
La OMI Traza Rumbo Hacia Emisiones Cero, ¿Pero Podrá la Industria Naviera Mantener el Ritmo?
4 junio, 2025Las nuevas y ambiciosas medidas políticas de la Organización Marítima Internacional (OMI) están preparadas para transformar el enfoque de la industria naviera respecto al consumo de combustible y las emisiones, aunque su éxito dependerá de contar con estructuras efectivas de incentivos y sanciones.
Según un nuevo informe de Getting to Zero Coalition y el Global Maritime Forum, el sector marítimo está en camino de convertirse en la primera industria con regulaciones globales vinculantes sobre gases de efecto invernadero y precios por emisiones. El análisis —basado en modelos de costos totales de propiedad y extensas entrevistas con partes interesadas— revela una trayectoria clara hacia el uso de combustibles sin emisiones.
Los resultados indican que los buques de combustible dual que operan con GNL y amoníaco dominarán el mercado antes de mediados de los años 2030, y que el amoníaco se consolidará como la opción más rentable a partir de 2037. Sin embargo, esta transición enfrenta grandes retos, especialmente en el desarrollo de cadenas de valor para e-combustibles dentro del plazo requerido.
“El nuevo marco de la OMI es un paso histórico, pero si los e-combustibles no se vuelven competitivos pronto, existe el riesgo de cuellos de botella a medida que se intensifican los esfuerzos de descarbonización del sector”, advierte Jesse Fahnestock, director de descarbonización del Global Maritime Forum.
El marco de la OMI introduce un sistema escalonado de Intensidad Global de Combustible (GFI) que se aplicará entre 2028-2035 y 2040, con dos trayectorias de cumplimiento. Los operadores podrán cumplir mediante diversas vías: cambio de combustible, pago de sanciones a través de unidades correctivas o compra de unidades excedentes de buques que superen los estándares.
La reacción de la industria ha sido mixta. Algunos actores optan por soluciones a corto plazo como biocombustibles o GNL, mientras que otros invierten estratégicamente en buques de combustible dualpara posicionarse favorablemente bajo las nuevas regulaciones.
Fahnestock señala que aunque ya existe una base normativa, se necesitan ajustes importantes:
“No hacer nada ya no es una opción, pero las reglas aún deben estructurarse para incentivar las inversiones necesarias hacia el futuro del transporte marítimo”.
El éxito de estas medidas dependerá en gran medida de la capacidad del sector para desarrollar combustibles escalables sin emisiones, especialmente e-amoníaco y e-metanol, durante la próxima década. La eficacia del marco regulatorio dependerá de establecer recompensas significativas para los pioneros y sanciones progresivamente más estrictas para los que no cumplan.
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El artículo escrito por TL Pacífico